A pesar de que todas las tazas de café surgen de una misma baya, en cada lugar del mundo esta bebida se consume de modos muy distintos. Si eres un avezado viajero quizás te sorprendiste ante tu primera toma de contacto con el café turco. Si aún no lo conoces, hoy lo catamos contigo. ¿Listo para disfrutar de una experiencia 100% cafetera?
Café turco: Tradición y sabor
Turquía es, por tradición, uno de los primeros países en los que el consumo de café se extendió tras su descubrimiento. Si recuerdas bien, esta bebida llegó al viejo continente a través de Viena en 1683 de manos de la caballería turca. Hoy en día, el café turco o
Türkkahvesi se consume en todo Oriente Medio y forma parte de la cultura de un gran número de países.
Esta forma de preparación mantiene un sabor y un aroma característicos ya que no emplea ningún modo de filtrado. Por ello, es considerada una de las maneras más extendidas para disfrutar del aroma de una taza en un gran número de hogares turcos.
Café turco: modo de preparación
Para llevar a cabo esta preparación es necesario contar con un recipiente específico denominado
cezve, Se trata de una jarra, de cobre y latón, en su versión más tradicional con un mango largo. Esta jarra resultará imprescindible para decantar el café y que tú puedas disfrutarlo.
La molienda en este caso debe ser muy fina, casi similar al azúcar glass. En la preparación más tradicional se emplea un molinillo de latón que consigue una molienda especialmente fina. El molido es parte fundamental del café a la turca ya que la bebida no se filtrará.
Para un café turco necesitarás:
- 1 cezve
- Agua
- Café arábica molido muy fino (como azúcar glass)
- Taza
- Cucharilla
Para preparar el café turco sigue los siguientes pasos:
- Rellena el cezve con la cantidad de agua para una taza
- Agrega azúcar al gusto y remueve hasta que se disuelva
- Pon el cazo a fuego medio hasta que hierva.
- Una vez ha roto a hervir, agrega dos cucharaditas de café recién molido y mezcla.
- Espera a que el café vuelva a hervir.
- Retira del fuego y elimina con una cucharilla la espuma que se haya formado sobre la superficie. En la preparación tradicional esta espuma se reparte entre las tazas de los comensales.
- Coloca de nuevo el cezve sobre el fuego hasta que vuelva a hervir.
- Tras el segundo hervor, decanta el café en la taza.
- Agrega una cucharada de agua fría a la taza para facilitar el depósito del café.
Tu taza de café a la turca está lista. En los servicios tradicionales, además, se suele acompañar de un vaso de agua fría para facilitar el “lavado de la boca” al tratarse de una bebida con mucho poso.
¿Has probado ya el café turco? Nos encantaría conocer tu experiencia.
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