El té es una de las infusiones más consumidas alrededor del mundo y su tradición viene de antiguo. Desde la China de los monjes budistas de SIX hasta la ceremonia del té en Japón, que aún hoy es un momento de reflexión para nativos y turistas.
El té Matcha se ha colado en las vidas de los baristas desde los salones de té del país del sol naciente y es tendencia en cafeterías de renombre. ¿Quieres saber por qué? Atento, te lo contamos en detalle.
El té verde Matcha, que ahora podemos degustar en cafeterías y pastelerías de todo occidente es, en realidad, un ingrediente en polvo preciosísimo que se emplea de forma tradicional en la ceremonia del té japonés y en la repostería de países como Corea, donde también se consume en forma de infusión.
En origen, especialmente en los siglos XV y XVI esta variedad de té era disfrutada solo por las clases más pudientes del país y estaba reservada a momentos muy especiales.
¿Cómo se cultiva el té Matcha?
Esta variedad de té verde se cosecha de forma oficial solo en dos regiones de Japón, Uji en Kioto y Nishio en Aichi. El té obtenido en estas regiones tiene nombre propio, "Ujicha” para la primera zona y "Nishiocha" para la segunda.
Lo que hace tan especial al té matcha es que se le priva de forma específica de la luz del sol durante su crecimiento. Al contar con menos luminosidad, sus hojas crecen menos que otras variedades y son de un color verde más intenso. Esto influye en la composición interna del té y lo dota de un sabor más dulce.
Una vez se ha cosechado, las hojas se disponen en una superficie plana para su secado manual y pasan a llamarse “tencha”. El proceso para conseguir el té matcha perfecto aún no ha terminado, ya que aún deben retirarse las venas y tallos de cada una de las hojas.
Y llegó la hora de moler el té. El resultado es un polvo finísimo de color verde intenso y sabor único. Este es el ingrediente clave en la ceremonia del té y es tratado con reverencia por todos los asistentes.
¿En qué preparaciones puedo incluir el té verde matcha?
En occidente aún no se ha extendido la ceremonia tradicional de té como momento de reflexión. Sin embargo, sí hemos adoptado algunos de sus elementos más representativos como el té matcha. Aquí podemos encontrarlo en forma de infusión, de ingrediente para combinados de autor y, también, en repostería.
El auge de este ingrediente no se debe solo a su exclusividad y elevado precio, que también, sino a su versatilidad. Su sabor dulce puede ser disfrutado en forma de intensa infusión si lo acompañamos en una taza de agua a 90ºC en la siguiente proporción 1 cucharadita de polvo de matcha (aprox. 2g) por 60 ml de agua.
La intensidad de esta infusión dependerá del gusto de cada comensal y existen diferentes versiones con proporciones específicas de agua y té. Este ingrediente también puede emplearse en combinados de verano e invierno y ya nos hemos habituado a los matcha lattes o matcha frappes en las grandes ciudades.
Al tratase de un polvo homogéneo el té matcha se disuelve con facilidad en casi cualquier líquido. ¡Aquí es donde el barista puede lucirse al emplear su creatividad para dar vida a distintos combinados de temporada!
La repostería no ha podido resistirse a la llamada de Japón y ha incorporado el polvo verde de té entre sus ingredientes favoritos. En oriente se trata de uno de los favoritos a la hora de hornear bizcochos y otros pasteles tradicionales y aquí, por el momento, podemos disfrutarlo en forma de glaseado y aderezo de preparaciones cremosas.
El té matcha tiene cada vez más adeptos entre los aficionados a las infusiones por su connotación tradicional y su largo recorrido en la cultura oriental. Incluirlo en determinados combinados de tu carta es un acierto para ocasiones especiales a lo largo del año.
¿Ya has ofrecido té matcha a tus clientes? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios ;)