Tomar café por la mañana

¿Es bueno tomar café por las mañanas?

Existen pocas sensaciones equiparables al aroma de un buen café al despertar. Y más si ya nos espera puesto en la mesa. Y es que el café se ha convertido en uno de los indispensables en el desayuno de todo adulto. 

No son pocas las personas que no se sienten capaces de comenzar sus tareas sin haber terminado el consabido café. De hecho, en España, alrededor de un 75% de las personas toman café durante el desayuno

Y esta no será la única toma de café realizada a lo largo del día. Una pausa en el trabajo o la sobremesa son solo otros de los muchos momentos que aprovechamos a lo largo del día para deleitarnos con un buen café humeante. 

Además, ¿A quién no le hace feliz tomar un buen café al levantarse? Su aroma al usar una prensa francesa llena de vida cualquier lugar y sin duda, más allá de todas sus propiedades,  nos ayudará a empezar el día de buen humor.

Ahora bien, ¿es realmente una buena idea tomar café por la mañana? ¿O es mejor esperar a otro momento? 



Beneficios del café por la mañana


Que un café por la mañana nos sienta bien, es algo que nuestro cuerpo sabe de sobra. 

El café cuenta con cafeína, un estimulante que nos ayuda a estar más despiertos, activos e incluso quizá concentrados a lo largo del día. 

Esto es algo que nos debería ayudar a mejorar nuestra productividad o, si nos encontramos en un periodo de asueto o vacaciones, a disfrutar de ese tiempo libre con un empujón de energía extra. 

Éstos son sólo algunas de los beneficios que encontramos en tomar café, ya sea por la mañana o a cualquier otra hora del día. En cualquier caso, independientemente de a la hora que decidas tomar tu café, de lo que siempre te beneficiarás es de su intenso aroma a tueste y de su delicioso y penetrante sabor. 



Una taza de café al despertar


Sobre las ventajas o inconvenientes de tomar una taza de café al despertar se han escrito multitud de cosas ya. La cuestión es que, en realidad, no hay estudios lo bastante relevantes como para avalar la conveniencia o problemática de hacerlo.

En términos sencillos, no podemos decir que tomar una taza de café al despertar sea bueno o malo para nuestra salud. Lo que sí podemos asegurar sin miedo a error es que resulta un acto que repercute de forma tremendamente positiva en el estado de ánimo de los amantes del café. 

Una taza de café por la mañana siempre nos regalará el confort de su delicioso aroma a tostado. En invierno, una taza de café también nos sirve para entrar en calor. Mientras que, en verano, podemos acompañarlo de hielo y disfrutar de su delicioso sabor de un modo que también nos resulta refrescante. 

También hay que destacar la capacidad que tiene el café para congeniar con cualquier tipo de desayuno. ¿Eres de los que prefiere un potente desayuno inglés con huevos y bacón? Una taza de café resulta ideal para completar una trinidad de nutrientes matutinos. 

¿Prefieres desayunar dulces? Con un café te van a saber mucho mejor.  Y si eres de esos que no puede meterse nada en el estómago a primera hora, es bastante probable que una taza de café sea tu forma de afrontar esos primeros instantes de la mañana

Pero no deberíamos centrarnos solo en las virtudes de una taza de café acompañándonos en nuestro despertar. La verdad es que existen multitud de momentos, a lo largo del día, en los que una taza de café se impone como el placer más absoluto.

No en vano tenemos instaurada la pausa para el café a media mañana, a mitad de nuestro horario laboral. El hecho de que un descanso de nuestras obligaciones adquiera la categoría de “pausa para el café”, habla mucho de cuánto apreciamos la cultura de esta infusión y de sus repercusiones prácticas en nuestro estilo de vida.

Lo mismo sucede con la sobremesa, un momento en el que el café se impone por encima del resto de opciones. No importa si queremos tomar un café relajados y disfrutando de la compañía de nuestros seres queridos, o si tenemos por objetivo ponernos en marcha lo antes posible. El café de la sobremesa es tan trascendental para nuestra cultura como lo es el que tomamos recién levantados.

En cualquier caso, lo tomes cuando lo tomes, el café siempre será una buena opción tanto para los paladares más exquisitos como para todos aquellos que necesiten dar lo mejor de sí mismos. 

Además, un café es la mejor de las excusas para quedar con esa persona que quieres ver y poneros al día con vuestras cosas. La verdad es que un café solo puede mejorar gracias a una buena compañía. 

Y como éste, son muchos más los beneficios inesperados de tomar un café, así que si están pensándotelo, compra un buen café molido y empieza a disfrutar ya de él.

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